Esta semana quiero profundizar un poco más en el tema del pan de trigo común.
El trigo moderno vs el ancestral, ha sido modificado genéticamente para su rendimiento y para que resista enfermedades en la agricultura moderna. Estos cambios han llevado a la aparición de variedades de trigo que pueden tener diferencias en su composición nutricional y mayor contenido de gluten y de otras proteínas que lo pueden hacer más difícil de digerir.
En contraste, el trigo ancestral o variedades antiguas de trigo no han experimentado tantos cambios genéticos y podrían tener perfiles proteicos diferentes. Algunas personas encuentran que el consumo de variedades antiguas de trigo, como el trigo einkorn o el trigo kamut, es más tolerable para su sistema digestivo. También debemos mencionar que nuestros ancestros fermentaban el pan y esto también lo hacía más fácil de digerir.
Adicionalmente es famoso el trigo “round up ready” que potencialmente recibe altas cantidades de glifosato , un pesticida que es tóxico para nuestro cuerpo.
Por último, la harina del pan común es típicamente blanqueada con agentes químicos o tratamientos físicos para hacer que la harina sea más blanca y mejorar su textura. Algunos de los métodos comunes de blanqueamiento de la harina incluyen el uso de peróxido de benzoilo o de ácido ascórbico (vitamina C), entre otros.
El propósito del blanqueamiento es eliminar el color amarillento que puede ser natural debido a los pigmentos presentes en el salvado y en el germen del trigo. Además de hacer que la harina sea más atractiva visualmente, se cree que el blanqueamiento puede mejorar la consistencia y las propiedades de horneado de la harina.
Sin embargo, existen preocupaciones sobre los efectos potenciales para la salud de los agentes blanqueadores. Aunque los reguladores de alimentos han aprobado estos métodos de blanqueamiento como seguros en niveles bajos, algunos estudios sugieren que ciertos subproductos del proceso de blanqueamiento podrían ser dañinos en grandes cantidades.
CONCLUSIÓN:
Te invito a buscar alternativas al pan común: optar por panes caseros hechos con harinas orgánicas, sin blanqueamiento y sin bromina o usar otras harinas que sean más limpias y no contengan gluten de una vez.
Es importante la variedad en nuestra dieta y evitar consumir productos potencialmente tóxicos y nocivos para nuestra salud y la de nuestra familia.
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Un abrazo,
Catalina